Siempre decimos que el mundo es cambiante y que los mercados experimentan constantes vaivenes, pero no imaginábamos hasta qué punto.
La capacidad de adaptarse con facilidad a las novedades y la rapidez para desempeñar diversas funciones resultan claves para la supervivencia empresarial. Ahora, más que nunca, se impone la versatilidad.
Ninguna situación nos ha cambiado la vida tan rápidamente como la extensión de un virus por todo el planeta. Por su causa, numerosas empresas punteras han visto su actividad reducida de cien a cero de la noche a la mañana.
Todo ha quedado en suspenso y no es fácil saber hasta cuándo será así, ni en qué escenarios tendremos que actuar después. Por eso es imprescindible la versatilidad, una capacidad vinculada a la gestión emocional.
Los generalistas no son opuestos a los especialistas, sino complementarios, porque son, precisamente, quienes aportan versatilidad a las empresas para poder actuar rápidamente a medida que cambia el mundo, una especie de visionarios que indican la salida en situaciones de crisis.
Estos son los valores que deben cultivar las empresas versátiles: Adaptabilidad ante los cambios. No se trata de aceptar lo que nos venga con resignación, sino de interiorizar que lo que hoy sirve, mañana puede ser inútil. La filosofía empresarial y personal es que el liderazgo puede cambiar de manos, que los roles no se asignan para siempre, que los puestos de trabajo no son eternos y que los equipos se constituyen para cada proyecto.
Tolerancia a la frustración. No es grave haber dedicado esfuerzos y tiempo a algo que ha fracasado, pues permite aprender de las equivocaciones. El ensayo es un principio científico que, tras muchos errores, conduce al acierto. Las buenas empresas no castigan los tropiezos, sino que incentivan el afán por seguir buscando alternativas. Curiosidad sin límites. Las empresas versátiles dedican recursos a la formación, la investigación, la innovación. Premian las actitudes creativas, fomentan la iniciativa y escuchan las nuevas propuestas. Cualquier idea puede ser bienvenida y, por supuesto, llevada a cabo.
Las empresas versátiles son las que saben ver oportunidades donde otros solo ven problemas.
Siempre decimos que el mundo es cambiante y que los mercados experimentan constantes vaivenes, pero no imaginábamos hasta qué punto. La capacidad de adaptarse con facilidad a las novedades y








